El ICO ha ido adquiriendo terrenos e inmuebles, algunos de los cuales tenían como arrendataria a alguna operadora de telefonía móvil. De este modo, se ha convertido en arrendador de espacios para antenas de telefonía móvil. Y ello conlleva las dudas e inquietudes que asaltan tarde o temprano a muchos arrendadores: quiénes hay en mi propiedad; qué sistemas tienen desplegados; ¿cumplen o no con lo estipulado en el contrato de alquiler de antenas de telefonía móvil?; ¿estarán compartiendo infraestructuras con alguna otra operadora?; etc.

El ICO, a través de su área de SSGG y Patrimonio, lanzó una búsqueda de empresas, a nivel nacional, a las que poder encargar el estudio técnico de la instalación. Para ello valoraron la experiencia y la solvencia técnica de los candidatos. Y a la vista de la información exhaustiva, detallada y contrastada que aparece en la página web de SOLITEL, acabaron decantándose por esta.

SOLITEL se encargó de elaborar un minucioso informe de cincuenta y cinco páginas, en el que se enumeraban los elementos componentes de la estación base de telefonía móvil; se hacía un reportaje fotográfico revelador de todos y cada uno de los elementos; se medían todas las bandas de frecuencia de todas las operadoras; se analizaba y estudiaba el contrato de alquiler de antenas; y finalmente se presentaban unas conclusiones y unos consejos de cara a futuras conversaciones con la operadora arrendataria.

En cuestiones relativas a este tipo de instalaciones de antenas de telefonía móvil, todo conocimiento es poco. Para el arrendador, en este caso el ICO, es muy importante saber si hay excesos en la interpretación del contrato de alquiler de antenas o incumplimientos. Y saber si estos son graves o leves. Y todo ello, con la finalidad de intentar regularizar las irregularidades detectadas por SOLITEL, algunas de las cuales puede hacerse mediante una subida de la renta arrendaticia que el operador paga por el espacio para sus antenas de telefonía móvil.