Las antenas de telefonía móvil no solo se instalan en azoteas de edificios. También en torres que se levantan por nuestros campos y montes. Y a la hora de negociar la prórroga de sus contratos de alquiler, las operadoras se muestran reticentes a aumentar las rentas. Lo ideal para ellas es pactar una prórroga de diez años, por la misma renta o menor, y con la pérdida de los derechos del arrendador a subidas dinerarias por cesiones y subarriendos. En el caso de este emplazamiento rural, la familia propietaria del terreno vio cómo la operadora de infraestructuras Cellnex/OnTower ofrecía unas insuficientes condiciones para prorrogar el arriendo. Desconocían la fuerza que tenían para enfrentarse a una negociación. Fue SOLITEL quien les descubrió las posibilidades que tenían de negociar con fuerza y rigor mejorando muchísimo la renta de la que venían disfrutando.