La empresa patrimonialista TESTA, del grupo Sacyr-Vallehermoso, encargó a SOLITEL la realización de un informe técnico en abril de 2014 para conocer con todo lujo de detalles qué tenían desplegado en la azotea de su edificio de oficinas las operadoras Orange y Vodafone.

Tenía la sospecha de que las operadoras no se estaban ciñendo a los contratos, pero no tenía forma de demostrarlo.

Fruto de este encargo fue un exhaustivo informe de 60 páginas. Gracias a la inspección visual y a las medidas radioeléctricas de frecuencias, SOLITEL puso en evidencia gravísimas irregularidades de ambas operadoras.

Vodafone había desplegado un elemento de la red de transmisión, de alto valor estratégico, no contemplado en el contrato.

Orange, por su lado, había procedido a ceder el contrato a un tercero sin el pactado permiso previo de TESTA. Además, había instalado muchas más antenas de las convenidas en el contrato de alquiler.

Con toda esta información, documentada y contrastada, TESTA quedó en actuar en consecuencia.