¿QUÉ PASA CON LAS ANTENAS DE LAS AZOTEA DE ORANGE Y DE MÁSMÓVIL?
En qué influye esta fusión a las comunidades con antenas de estas operadoras en sus azoteas
Últimamente no hacemos más que leer en todos los medios sobre la fusión de estas dos operadoras nacionales de telefonía móvil. De las cuatro operadoras que hay en España, no hace mucho se leía que MásMóvil se iba a merendar a Vodafone. Y resulta que, ahora, no hay tal merienda y sí un matrimonio de conveniencia entre esa misma MásMóvil y Orange.
Esta fusión se lleva a cabo bajo la figura mercantil de la joint venture. Una joint venture es una empresa conjunta o una alianza estratégica. En Internet podemos encontrar lo siguiente: “Una joint venture no tiene por qué constituir una compañía o entidad legal separada. También se conoce como «riesgo compartido», debido a que dos o más empresas se unen para formar una nueva en la cual se usa un producto tomando en cuenta las mejores tácticas de mercado. Estas mantienen su autonomía, y estratégicamente se utilizan para crear una nueva marca o una nueva entidad. El objetivo de una «empresa conjunta» puede ser muy variado, desde la producción de bienes o la prestación de servicios hasta la búsqueda de nuevos mercados o el apoyo mutuo en diferentes eslabones de la cadena de un producto. Se desarrolla durante un tiempo limitado, con la finalidad de obtener beneficios económicos para su desarrollo”.
Los números cantan: el nuevo engendro telecomunicativo tendrá más de 27 millones de líneas entre móvil y banda ancha fija. Solo Telefónica supera a este engendro en ingresos (más de 12.400 millones de euros), pero deja de ser operadora dominante. Otros números nos dicen que Orange se valora en 7.800 millones de euros y MásMóvil en 10.900 millones de euros. Y eso que fue la última en llegar y la más pequeña en tamaño de red. Tenía y tiene menos antenas de telefonía móvil en azoteas que ninguna otra operadora.
Todo esto de las altas finanzas y la ingeniería financiera nos pilla muy lejos a los usuarios de telefonía móvil… a los abonados que vamos enganchados a nuestros teléfonos. Tal vez ataña a los clientes de ambas operadoras si se lleva a cabo alguna reordenación y rediseño de ofertas comerciales. Tengamos en cuenta que, hoy por hoy, la lucha entre operadoras no está en ver quién da más altas (no se pueden dar más porque hay muchas más líneas móviles que habitantes en España) La verdadera lucha estriba en robarse clientes entre ellas. Prueben ustedes a hacer una portabilidad de su móvil de una operadora a otra. En menos de veinticuatro horas le llamarán de la operadora de la que se está yendo para ofrecerle el oro y el moro con tal de que no se marche. ¡Vergonzoso!
Pero toda esta movida, ¿en qué afecta a las antenas de las azoteas?, ¿qué pasa con los contratos de alquiler de azoteas firmados por estas dos empresas?
En principio, lo más llamativo es que MásMóvil va a ir desmantelando sus antenas y estaciones base por toda España. Es verdad que no tiene muchas, pero no es menos verdad que las comunidades arrendadoras de esta empresa deberían estudiar bien sus respectivos contratos de alquiler de azotea para ver si está permitido o no que MasMóvil se vaya cuando quiera sin más. Los contratos de alquiler de antenas en azoteas, no lo olvidemos, pactan siempre unas causas a las que la operadora se puede agarrar para rescindir unilateral y anticipadamente dicho contrato. Y habría que ver si la excusa de pasar a pertenecer a una joint venture encaja en alguna de las causas pactadas.
Un aspecto no menos importante es el de cómo va a dar servicio MásMóvil a sus abonados. Nos referimos a la tecnología que adoptará: lo hará a través de sus propios canales/frecuencias (RAN Sharing) o mediante acuerdos de interconexión con Orange (como en sus inicios hizo con Telefónica) Lo que está claro es que, sea con una o con otra técnica (el RAN Sharing o la interconexión) aquella comunidad arrendadora de Orange no va a saber nunca si se le cuela MásMóvil como subarrendataria… a no ser que contrate a SOLITEL.