ANTENAS DE TELEFONÍA MÓVIL EN AZOTEAS
Por San Blas, las cigüeñas verás
Vamos a dedicar este artículo a homenajear a unos entrañables seres que pueblan nuestras torres y campanarios, pero también los postes de electricidad y… ¡las antenas de telefonía móvil!: las cigüeñas.
Ya en otros artículos hemos tratado el asunto de la salubridad o nocividad de este tipo de instalaciones. Siempre razonábamos que, de ser malas para la salud, ningún gobierno hubiese consentido el despliegue de las estaciones base de telefonía móvil por nuestros campos y ciudades. Y a esto vamos a sumar otro argumento de peso: la sabiduría de la Naturaleza.
Siempre se ha dicho que la Naturaleza es sabia. De no serlo, casi todos los animales y plantas hubiesen sucumbido ante el inexorable avance tecnológico del hombre. ¿Cabe en cabeza alguna que un ser vivo tonto construya su casa encima de unas antena de telefonía móvil? No, ¿verdad? Pues ahí tenemos a nuestras queridas cigüeñas. Sin pensárselo dos veces optaron por las torres y postes que soportan las antenas de las dos únicas estaciones base de telefonía móvil que hay en la bella población de Alcañiz, en Teruel.
Las cigüeñas, como seres listos que son, no exponen sus nidos a la rapiña de otros animales ni a la mano, a veces destructora, del hombre. Por eso buscan lo más inaccesible y seguro. Y no les asustan las campanadas de tantas iglesias cuando llaman a misa, ni los voltios que circulan por las líneas que van de poste en poste y en cuyas alturas también ubican sus enormes y pesados nidos. Ni, por supuesto, las radiaciones de las antenas de telefonía móvil. Y allí anidan, ponen sus huevos, los incuban y crían a los polluelos cuando nacen. Y no pasa nada.
Las cigüeñas son ajenas a toda la polémica que gira entorno a la telefonía móvil. No van buscando adrede un edifico con un contrato de alquiler de antenas de telefonía móvil suscrito con alguna operadora. Simplemente ven algo alto, fuerte e inaccesible y allí que van a anidar.
Queremos dar las gracias al entusiasta vecino de Alcañiz que nos ha hecho llegar estas hermosas fotografías de las antenas de su ciudad. Y desde estas líneas invitamos a todos aquellos amigos de la naturaleza y de la tecnología a que nos hagan llegar aquellas instantáneas en que se plasme que telefonía móvil y vida son perfectamente compatibles.
Para terminar este atípico artículo de la web de SOLITEL, queremos compartir la siguiente foto. No. Las cigüeñas protagonistas no están huyendo despavoridas de las antenas. Simplemente se han liado al despegar una y al aterrizar la otra. ¡No nos alarmemos!