HOY NO… ¡MAAÑAANAAA!
Se desmienten los rumores de la compra de Vodafone por parte de MásMóvil
Hay un libro escrito ya hace tiempo por Al Ries y Jack Trout que responde al título de “Las 22 leyes inmutables del márketing”. De lectura rápida y amena, tiene una primera ley que es la del liderazgo. Dice así: “Es mejor ser el primero que ser el mejor”. Lo desarrollan y ejemplifican con multitud de casos, muchos de ellos archimegaconocidos: al pensar en refrescos de cola siempre se piensa en CocaCola; en coches de alquiler, en Hertz; en ordenadores, en IBM, en maquinillas de afeitar, en Gillette, etc. En España, si se piensa en telefonía móvil nos sale el nombre de Movistar.
En 1995 empezaba a operar la segunda operadora de telefonía móvil: AIRTEL. Y Airtel (ahora Vodafone) nunca llegó a desbancar a Movistar de la primera posición del mercado. Movistar había sido la primera.
Con los años llegó Amena (ahora Orange) Y siempre fue la tercera. Algo así como que “Es mejor ser el segundo que ser el mejor”. Pero con el paso del tiempo y políticas comerciales acertadas, acabó desbancando a Vodafone. Vodafone ya es tercera. Y, de pronto, surge un rumor que se extiende como un reguero de pólvora: la cuarta operadora, MásMóvil, quiere comprar a Vodafone por 6.000 millones de euros. ¿Desaparece Vodafone? De ser los segundos, ¿a no ser nada? Como dice nuestra juventud: ¡Qué fuerte!
Todo ha quedado en eso, un rumor. Nunca sabremos quién lo lanzó y con qué intención. Estamos en la era de las noticias falsas. Bienvenida sea la competencia. Cuantas más operadoras, mejor para los abonados y clientes. No es buena la concentración, a pesar de que vivimos prácticamente una. Solo cuatro operadoras actúan como un verdadero oligopolio. Imagínense ustedes tres.
Y si bien hoy todo ha quedado en eso, rumores, prepárense. Mañana, mejor que pasado, una operadora acabará comprando a otra. ¿Será, en efecto, MásMóvil fagocitando a la cada vez más débil Vodafone? Nadie tenemos la bola de cristal, pero es mejor ser el primero. ¿O no?
Lo dice el gran humorista José Mota: “Hoy no… ¡mañana!”