¿QUÉ SE ESTÁ COCIENDO EN EL SECTOR DE LOS ALQUILERES DE AZOTEAS PARA ANTENAS DE TELEFONÍA MÓVIL?

Hay mucha movida con las operadoras de telefonía móvil y entre ellas. ¿Cómo repercute en los contratos de alquileres de azoteas para este tipo de instalaciones?
La telefonía móvil es un sector en continuo cambio, tanto desde el punto de vista comercial (las tarifas que ofrecen a los abonados) como técnico (el despliegue de su red por las azoteas de España). Aquí vamos a centrarnos en este segundo aspecto que tiene que ver con las nuevas tecnologías de móviles (el 4G y el reciente 5G), los nuevos diseños de antenas y equipos radio para azoteas, con el estado del arte de los fabricantes de equipos, con los acuerdos de compras y fusiones y comparticiones. En definitiva, con todo lo que a los arrendadores les preocupa acerca de los alquileres que han firmado o van a firmar para el establecimiento de unas antenas de telefonía móvil en sus azoteas.
Todo empieza con las comparticiones de emplazamientos entre operadoras de telefonía móvil. La fórmula era el “cambio de cromos”: la operadora A se pone en la azotea donde tiene sus antenas la operadora B, y esta, a su vez, se pone en aquella donde A tiene sus antenas. Y todos tan contentos. ¿Todos?. No. Los arrendadores, los propietarios, ven cómo sus azoteas son moneda de cambio y en muchas ocasiones no sacan beneficio alguno.
Al menos, en aquellos inicios de los años 1995 a 2000, aún se podía ver a simple vista si había varias operadoras compartiendo azotea a espaldas de la comunidad propietaria. Y es que se veía el doble de antenas, el doble de cables y el doble de equipos. Y dónde se lee “compartir”, léase “subarrendar”. Y recordemos que los subarriendos cotizan a un 10 % de incremento de renta.
Actualmente, el estado del arte de la electrónica y equipos de radio permite “compartir” (subarrendar) de manera invisible o imperceptible para los arrendadores. Ahora ya no se duplican antenas, ni cables, ni equipos electrónicos. Simplemente con los de una operadora se puede dar servicio telefónico móvil a dos… ¡o hasta tres operadoras a la vez!. Y claro, al no enterarse la comunidad de esta sibilina manera de compartir, las operadoras hacen y deshacen a sus anchas burlando acuerdos de subarrendamiento y subidas de renta. A esta movida tan sofisticada se le llama RAN Sharing o Compartición de la Red. Váyanse quedando con esta terminología.
Y lo último está siendo el desmontaje de estaciones base de telefonía móvil por toda España. Y hay dos casos que merece la pena conocer:
- El primer caso es que cuando hay dos operadoras en un mismo emplazamiento, cada una con su contrato de alquiler de azotea suscrito con la comunidad, cada una pagando su renta arrendaticia, y una desmonta (desaparece físicamente) rescindiendo el contrato. La comunidad pierde una de las dos rentas. Pero la operadora no se ha ido de la azotea. Continúa en ella pero subarrendada a la otra con el RAN Sharing. La jugada no puede ser más rastrera.
- El segundo caso es cuando la comunidad tiene una operadora arrendada y esta, a su vez, otra operadora subarrendada. Aquí la comunidad percibe una sola renta. Y la jugada es cuando la subarrendataria desmonta todos su equipos (desparece físicamente) y la arrendataria le comunica a la comunidad que le va a minorar la renta en un 10% por haber cesado el subarriendo. Y esto ni se ajusta a la LAU, ni a lo pactado en los contratos y, ante todo… ¡es mentira!
Las operadoras van pergeñando planes que les abaraten la vida. Que les permita pagar menores rentas en menos sitios cada vez. Y lo hacen sin ningún tipo de miramientos o escrúpulos. Cuentan con que nadie, o casi nadie, se van a enterar de estas movidas. Y si lo hace, no va a tener el valor de acudir al amparo de la justicia para defender sus legítimos derechos.
Estos planes van de la mano de la aparición de nuevas empresa actoras en el sector. Se trata de las empresas denominadas “torreras” o towerco en inglés. Son empresas escindidas de la matriz que se van a encargar de tener las torres y azoteas, con todo su equipamiento de telefonía móvil, y también los contratos de alquiler de esas azoteas o ubicaciones.
La primera que surgió en España fue Telxius Torres España, filial escindida de Telefónica Móviles desde el 18 de febrero de 2016. Recientemente ha vendido sus torres a American Towers.
La segunda que apareció en el sector español fue Vodafone Towers Spain, luego llamada Vantage Towers. Y es la filial de la operadora de telefonía móvil Vodafone España desde el 18 de marzo de 2020.
Y la tercera y última ha sido Totem Towerco Spain, escindida de su matriz Orange Espagne el 24 de septiembre de 2021.
Solo falta saber si MásMóvil (antes Yoigo/Xfera) creará también su propia filial torrera.
El caso es que esta proliferación de empresas se viene a juntar con otra operadora de infraestructuras del grupo Abertis llamada Cellnex/OnTower. Y el lío ya está montado porque los arrendadores empiezan a despistarse sobre quién es ahora su arrendataria: ¿la operadora de telefonía móvil matriz o su filial torrera? Y surge otra cuestión respecto a las rentas arrendaticias: si se produce la cesión del contrato de alquiler de la azotea de la operadora matriz a su filial torrera, ¿hay derecho al aumento de renta del 20% que marca el artículo 32 de la LAU?.
¡Asesórense!